domingo, 29 de noviembre de 2015

¿PUDO MÁS EL ODIO QUE EL AMOR?

¿PUDO MÁS EL ODIO QUE EL AMOR? Por Ricardo Darío Primo ricardodarioprimo@hotmail.com

 Hace una semana, el país eligió democráticamente el nuevo gobierno y el rumbo a tomar. Una coalición llamada CAMBIEMOS, integrada por el PRO, Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical, obtuvo la mayoría necesaria en 2da vuelta o Balotage para consagrarse ganadora.

De esta manera por primera vez en la Historia Argentina, partidos de derecha, logran llegar al gobierno gracias a la voluntad popular. Y lo hacen para reemplazar a un gobierno nacional y popular, cuyas medidas progresistas (aunque muchos lo nieguen) transformaron al país y a la sociedad durante la última década.

¿Cómo fue posible que por primera vez un heterogéneo grupo de segmentos políticos, todos ellos identificados con una plataforma de derecha, logren captar la voluntad de un pueblo que supero gracias al saliente gobierno nacional el estado calamitoso en el que estaba, casualmente por medidas similares a las que la plataforma ganadora piensa tomar?

 Cuando se le advertía a los futuros votantes, las oscuras intenciones que se presentaban como un “cambio” y que eran proclamadas por el equipo económico de MACRI, llamado a silencio apenas unos días antes del 22, la gente solía decir que “no creía que fueran a tomar esas medidas” o que era realmente necesario un “Cambio” en el país.

 Muchos evadían admitir su hartazgo hacia Cristina Fernández y el uso de las cadenas nacionales, el rechazo a “La Cámpora” demonizada por Lilita Carrio y el multimedios Clarín con todos sus satélites mediáticos. Solamente cuando la oportunidad se les presentaba y los guiaba hacia el balotage, muchos hablaron de su cansancio de la “corrupción reinante”, la inflación, la inseguridad y lo que se le viniese en mente sin siquiera, muchos poder discernir que lo que aparecía como el remedio, en realidad era mucho peor que la enfermedad.

 Era el sentimiento “anti” el que predominaba en gran parte de la ciudadanía y que no tenía mucha explicación lógica. Sectores de la misma que habían mejorado su calidad de vida, creyeron ya conquistadas sus posiciones económicas y sociales y se alzaban como pregoneros del futuro que se debía seguir. Hablaron de “la grieta” en la sociedad, ignorando que la misma se construyó con la diatriba, el insulto permanente a través de los sectores afectados por las medidas populares que utilizaron los medios de difusión a su alcance para constantemente bombardear a la sociedad de que era necesario un “cambio”.

 En la historia del Capitalismo, generalmente los sectores que más se benefician con los gobiernos populares, luego se convierten en los propios verdugos de aquellos que aún no alcanzaron el bienestar que ellos ya están gozando.

 En los próximos días, se efectuará una devaluación del peso con una furiosa caída del poder adquisitivo del salario. Ya dijeron que es culpa del gobierno saliente que no fue ajustado adecuadamente el valor del dólar, callando que con esa medida se mantuvo el nivel de empleo y aumentó la productividad nacional (aunque ahora hablen de una recesión en la materia de cuatro años atrás). Paralelamente, quitarán las retenciones al agro. No dicen que lo recaudado con esas medidas contribuía por ejemplo al abastecimiento de medicamentos sin cargo a los jubilados, al mantenimiento de diversos planes sociales, etc.

 Todo eso, conquistas que el pueblo considera que ya forman parte de sus vidas, que ya cuentan con ella “in finito” y que curiosamente el cambio que apoyaron con su voto “no debe tocar”. Pues bien, ahí comenzará la desilusión. Cuando en nombre de mejorar la productividad de las empresas, tomen personal por cinco años sin aportes jubilatorios ni obra social (que servirá asimismo para pasar a retiro o jubilación, o despido, a la mano de obra más costosa, por su antigüedad y aportes). Cuando para achicar el déficit público, comience la desaparición de esas conquistas, planes, subsidios, programas etc.

Claro, muchos dirán que eso se mantendrá vía endeudamiento, sin saber quizás que esa ayuda o préstamo crediticio viene atado de medidas contraparte, como por ejemplo, admitir libre importaciones de ciertos productos que no tendrán otra consecuencia que el cierre de las pequeñas y medianas empresas.

 Uno quiere ser optimista, pero si alguien tiene la respuesta de cómo un gobierno de derecha, que releva de su cargo a uno nacional y popular, logra hacer una mejor gestión de gobierno que se proyecte en elevar el nivel de vida, sin afectar sus derechos ni conquistas, sin endeudar su futuro…pues que lo diga y lo explique, porque la historia aún no ha dado respuestas al respecto. Hasta ahora parece haber ganado el “odio” al amor.

Por lo menos en este país tiene una leve y pequeña mayoría. Pero esa diferencia es tan volátil, tan efímera, que puede transmutarse y entonces el cambio pregonado resultará en un empeoramiento y verán que así fue. Que el remedio resultó más peligroso que la enfermedad.

 Que el mundo sigue su rumbo y que sólo le interesa a los grandes poderes, hacer sus negocios aún a costa de la felicidad y bienestar de los pueblos que habitan en esos países, engañados, sobornados e ilusionados de que pueden mediante una “engañosa felicidad” corregir su rumbo de sometimiento y postergación.

Diario El Norte, 20 de Diciembre del 2023.